LAS CABALLERIZAS DE RIVERA
Hoy me coloque doble ropa
para soportar el invierno
de las paredes heladas
en las caballerizas
del cuartel de rivera.
Me despedí de los chicos
y vi el celeste de los ojos
de mi fiel compañera.
Ya venía preparándolos
porque la cosa venia fiera.
La libertad estaba corta
y la fuerza de las armas
estaban en mano ajena.
La huelga general era fuerte
sabíamos que el triunfo
podía tener como premio la muerte.
La guadaña del opresor
estaba en cada cabeza
y cada cabeza era consiente
del valor de nuestra tierra;
cosa que no aprendieron
estos milicos de mierda.
LILLE/2011
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